Una flor la estrella la blanca
simetría de la cal más allá
del espacio vacío perfumado
por jazmines y jovencísimas
motocicletas audaces sombras
emergen con lentitud de acecho
junto a los sauces una fugaz
caricia un presentimiento llegan
saludos banderas perdidas botellas
ya disueltas casi en el océano
de la indiferencia muestran al tocar
una piedra del puerto su permanencia
su vigilia y es que aún estamos a tiempo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *