Limítate a transmitir

tus presagios: templa

tu intuición, y la belleza

adivinada en la espera

fugaz de una pregunta

nueva, mientras callan

los ojos que te quieren.

Limítate a cumplir

su nítida llamada: hunde

tu frente en su marea

primordial, en el océano

de la más pura posibilidad:

siembra tus presentimientos.

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Indice de primeros versos