Andábamos de vuelta a casa

ella protestaba

por las deficiencias en el mantenimiento municipal:

«¿y si me tropiezo en un pavimento defectuoso,

se hará cargo el ayuntamiento?» Caminábamos

indignados, sobre todo ella, porque a mí

me parece más sencillo mirar por donde pisas

que confiar en los ayuntamientos, pero bueno,

caminábamos, ella y yo,

y pensé

¿cómo pueden dos personas que se conocen

hace más de treinta años hablarse

como si se hubieran conocido hace dos horas?

 

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