Hagas lo que hagas, el olvido

es tu destino. Puedes levantar

pirámides, castillos, monumentos,

escribir novelas, melodías, historias.

Hagas lo que hagas, el viento

se lo llevará y será como si nunca

lo hubieras hecho. ¿O no? Quizás

tus pequeños actos, los gestos casuales,

las miradas cruzadas y palabras al azar

tengan efecto mariposa imprevisible,

y el futuro sea eso, el resultado

de incalculables batires de alas

combinadas en incalculables combinaciones,

y todas sean importantes, necesarias.

Cervantes siempre pensó que Persiles

era su obra maestra. Hagas lo que hagas,

tu memoria será la corriente

de los ríos, por los siglos de los siglos.

Abrázame. No quiero escribir más.

 

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