Oigo al ministro de exteriores en TVE, sobre la posible asistencia de Mariano Rajoy a la hipotética final de España en la Eurocopa. El fondo de la cuestión es la digna crítica de la Unión Europea al trato del gobierno ucraniano a la expresidenta Timoshenko. Por esto, los gobiernos europeos han sostenido un boicot razonable de asistencia de autoridades a los palcos del Campeonato desde donde mostrarse como los júligans energúmenos y simpaticotes que todo ciudadano llevamos dentro.

García Margallo aplica a la cuestión un razonamiento «in crescendo» que es toda una lección de diplomacia, digna del gran Maquiavelo: «No hubo presencia de representantes del Gobierno en cuartos de final, previo acuerdo para ello con Croacia. Para la semifinal, estamos hablando con Portugal, a ver qué hacemos. Y hombre, si llegamos a la final, pues claro, sería un acontecimiento de tal calibre mediático que habría que estar».

¿Hace falta alguna línea más en este post? 🙂

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *