Noqueado por el desencanto
vengo a lavar mia ideas
a la avenida de siempre.
El tráfico, como un río,
rebota en los semáforos y avanza cantarín, humeante, y absurdo.
4 octubre principio de Otoño.
El frío frío insinúa sus manos blancas a través de la luz rebelde, y las acacias enseñan su verde caduco ya casi, como viejas damas
a quienes el maquillaje traiciona
al final de la noche. Café
con leche y gracias al día por tener tanta paciencia, y aguantarme.

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