La forma en el jardín donde las olas
del viento o el silencio casi descubren
un móvil, el océano, la hipótesis
musical que defina tus hombros.
Para constelaciones quebradas, apenas
nacer, en un gesto, donde citan
todo su pasado los jazmines, hay
en tí lumbre de consuelo, caricias.
Eres desconocido y perfecto, nombre
tenaz, paralelo de todo paisaje.
La sombra en el patio donde quiere
el cielo con sus lluvias envolventes
precisar un cuerpo, besar la muerte.
Como si cesaran los presentimientos.

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