Si no hubiera sido por la polémica #leysinde, los premios #goya de 2011 hubieran pasado totalmente desapercibidos. Hubiera sido una gala más de alfombras rojas, chicas monísimas, moda fashion barriobajera de barbas recortadas de dos días y grandes angulares de #tve estirándose hasta el límite. Y si no hubiera sido por @alexdelaiglesia, la #leysinde hubiera pasado por encima de las instituciones (Congreso, PSOE, PP, Academia…) con toda naturalidad.

Pero resulta que este tipo, Alex, se salió del tiesto. (Paréntesis: qué gran expresión castellana, ¿verdad?, «salirse del tiesto», para ilustrar verbalmente la rebeldía!). Ni más menos que el Presidente de la Academia del Cine liderando el diálogo con la oposición. Atención, la oposición aquí no es la parlamentaria, sino la anónima, masiva y colectiva toma de posición de muchas y muy capacitadas cabezas pensantes de @estepais a favor de otra forma de hacer las cosas.

En los días previos a la Gala Goya 2011 se han oído barbaridades, como la de Esteban González Pons invitando a la población española a sumarse a la ola de renovación democrática que sacude el Mediterráneo… Túnez, Egipto… ¿España? Por favor…

Pero en la noche de los Goya se ha podido ver que, gracias a Twitter, Justin.tv, Qik y otros mass media 2.0, hay también mundos paralelos en la realidad social y cultural española. Muchos de los mejores empresarios de la otrora nueva economía española portaban hoy una máscara V de Venganza y en vez de estar vestidos de pingüino en el patio de butacas del Palacio de la Ópera abucheaban a los presuntos mantenidos del cine español, aguándoles su tránsito tan esperado sobre una alfombra roja también mojada por la lluvia de febrero.

Lo mejor de la noche, sin duda, el discurso de @alexdelaiglesia. 6 minutos y 37 segundos de pura emoción intelectual, de inteligencia en acción. A los que llevamos muchos años disfrutando con su cine COMERCIAL CON MAYÚSCULAS (El Día de la Bestia, La Comunidad, Crimen Ferpecto, 800 Balas…) no nos ha sorprendido, aunque igualmente nos ha gustado. Pero de todas formas hay que reconocer que no es frecuente asistir a un discurso de evento cultural tan intenso, auténtico y conmovedor como el de esta noche. ¡Bravo, Alex!

Y quizás lo mejor de todo, el primer twit de Alex tras su discurso: «ya está. mañana a rodar. qué delicia!»

(Por cierto,  esto es lo que dijo Alex en 2010… Hay algo premonitorio… )

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