Hoy cumplo 50 tacos. La cifra merece un «post», desde luego. Recuerdo con precisión el momento en el que, de joven, imaginé que nunca llegaría a esta edad. Estaba en una parada del 27 (el bus, no la generación, ya quisiera yo) y pensé: «seré muy raro con 50 años. marciano». Bueno, hoy es ese día. Lo mejor que tiene el tiempo es que, stricto senso, fiable.

¿Qué es lo que más me gusta de cumplir 50 años? Hacerlo en casa, con un whisky al lado, después de un buen día de curro, y con otro casi igual por delante… Aunque mañana me he reservado tiempo obviamente para las celebraciones íntimas y familiares, tengo bastante curro que hacer: presentaciones, presupuestos, propuestas… Los que me conocéis sabéis que esto para mí es una alegría, y jonda. En mis primeros 50 años de vida el trabajo ha sido una de mis mayores fuentes de alegrías, como lo fueron también la escuela (el «cole» de los jesuítas) y la Universidad (aunque tenga que decir que trabajar, trabajar, lo que se dice… en la Universidad, sólo en los dos últimos años, peleándome con las magníficas obras filológias de Menéndez Pidal, Rafael Lapesa, González Estrada…. y los tratados de paleografía que aprendí a descifrar gracias a una profesora cuyo nombre hoy no recuerdo y a quien pido perdón por ello, pues fue magnífica).

Del párrafo anterior, léase «hacerlo en casa» como agradecimiento a todas las personas que me han soportado en el periodo dicho: mujer, padres, hermanos, amigos, familia política… Todo eso es «casa», ok??

¿Y lo que menos? Lo que más me jode de cumplir 50 tacos es que todavía no he hecho muchas de las cosas que tenía entre neuronas en la parada del 27. No sé si en los 20 o 30 que me quedan según las estadísticas oficiales podré. With a little help from my friends, seguro que sí. Este blog es una gran ayuda. Muchas de esas cosas y aspiraciones están aquí. Gracias por dedicar un ratín a leerlas. Felicidades!!

 

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