No sé por qué me viene a la mente -o al corazón- este verso escrito en 1980 y pico…

 

Yo sé que voy a morir pronto: dejadme 

la noche y la tormenta, mis íntimas

esquinas de jazmín y madreselva: madre tierra

calada de lluvia y borracha de tantos

perfumes confidenciales, y las nítidas estrellas;

ved que ahora he de decirles algo: retiraos;

debo aún latir junto al rumor

de la fuente, nunca idéntico; dejadme

un último suspiro de la madrugada

eléctrica y oscura, que es mi mundo;

ya veis que no pretendo huir; callad.

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